Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, indígenas otomí de la comunidad de Santiago Mexquititlán, estado de Querétaro fueron detenidas junto con una tercera indígena, Jacinta Francisco Marcial, y acusadas de secuestrar a seis agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Detenidas durante tres años por un delito que no cometieron, sabrán en las próximas semanas si sus condenas se confirman o se anulan. Son presas de conciencia y deben quedar en libertad de inmediato.
Amnistía Internacional cree que el encarcelamiento de estas mujeres fue una represalia por la manera en que los vendedores del mercado local reaccionaron el 26 de marzo de 2006.
Sin motivos para probar que se produjo un secuestro, hace cinco meses Amnistía Internacional celebraba la liberación de una tercera detenida acusada injustamente de los mismos cargos, Jacinta Francisco Marcial. Las tres ganaron en abril de 2009 una apelación contra su declaración de culpabilidad, y se celebró un nuevo juicio, en el que no se presentaron pruebas nuevas.
Pese a esta victoria para la justicia, el sistema de justicia no parece rectificar correctamente y, bajo argumentos absurdos y falta de evidencia en el proceso, Teresa y Alberta se convierten ahora en un reto para su gobierno al mantenerlas detenidas bajo proceso.
lcántara Juan y Teresa González Cornelio, indígenas otomí de la comunidad de Santiago Mexquititlán, estado de Querétaro fueron detenidas junto con una tercera indígena, Jacinta Francisco Marcial, y acusadas de secuestrar a seis agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Detenidas durante tres años por un delito que no cometieron, sabrán en las próximas semanas si sus condenas se confirman o se anulan. Son presas de conciencia y deben quedar en libertad de inmediato.
Amnistía Internacional cree que el encarcelamiento de estas mujeres fue una represalia por la manera en que los vendedores del mercado local reaccionaron el 26 de marzo de 2006.
Sin motivos para probar que se produjo un secuestro, hace cinco meses Amnistía Internacional celebraba la liberación de una tercera detenida acusada injustamente de los mismos cargos, Jacinta Francisco Marcial. Las tres ganaron en abril de 2009 una apelación contra su declaración de culpabilidad, y se celebró un nuevo juicio, en el que no se presentaron pruebas nuevas.
Pese a esta victoria para la justicia, el sistema de justicia no parece rectificar correctamente y, bajo argumentos absurdos y falta de evidencia en el proceso, Teresa y Alberta se convierten ahora en un reto para su gobierno al mantenerlas detenidas bajo proceso.
esa González Cornelio, indígenas otomí de la comunidad de Santiago Mexquititlán, estado de Querétaro fueron detenidas junto con una tercera indígena, Jacinta Francisco Marcial, y acusadas de secuestrar a seis agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Detenidas durante tres años por un delito que no cometieron, sabrán en las próximas semanas si sus condenas se confirman o se anulan. Son presas de conciencia y deben quedar en libertad de inmediato.
Amnistía Internacional cree que el encarcelamiento de estas mujeres fue una represalia por la manera en que los vendedores del mercado local reaccionaron el 26 de marzo de 2006.
Sin motivos para probar que se produjo un secuestro, hace cinco meses Amnistía Internacional celebraba la liberación de una tercera detenida acusada injustamente de los mismos cargos, Jacinta Francisco Marcial. Las tres ganaron en abril de 2009 una apelación contra su declaración de culpabilidad, y se celebró un nuevo juicio, en el que no se presentaron pruebas nuevas.
Pese a esta victoria para la justicia, el sistema de justicia no parece rectificar correctamente y, bajo argumentos absurdos y falta de evidencia en el proceso, Teresa y Alberta se convierten ahora en un reto para su gobierno al mantenerlas detenidas bajo proceso.
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Pueden participar pidiéndole a Calderón que se les libere. Participen por favor en la página de Amnistía internacional.
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