sábado, junio 14, 2008

EL DEBATE PETROLERO

AGRADECEMOS AL ING EDUARDO SU COLABORACION:


Las verdades se descubren, las mentiras se construyen


El que hoy te compra con su adulación

mañana te venderá con su traición.

Proverbio Español

  

Debatir se deriva de latín debattuĕre y el diccionario le da dos acepciones:

  1. Altercar, contender, discutir, disputar sobre algo.
  2. Combatir, guerrear.

     Cualquiera que haya estado siguiendo el debate en torno a la reforma de Petróleos Mexicanos, no pondrá objeción si afirmo que ambas acepciones se pueden aplicar a lo que ha ocurrido en la Cámara de Senadores. Pero también cualquiera podría preguntar: ¿qué es lo que está en disputa? ¿Quiénes son los contendientes? ¿Quién decidirá quien es el ganador?

     Según lo que he entendido hasta los días que corren, después de ocho sesiones, se trata de una contienda sin árbitro. De hecho debería retractarme y decir que no se trata de un debate, sino de reuniones en las cuales hay dos adversarios con sendas posiciones perfectamente claras y firmes: los que desean llevar a cabo las reformas tal cual se emitieron y los que las rechazan. También se vislumbra la tercera vía de modificarlas. Ha resultado manifiesto que los dos principales bandos contendientes han invitado a prestigiados personajes en diversas disciplinas para que argumenten en pro de las ideas propias y en contra de las ajenas. Y aquí debemos retomar lo del arbitraje, pues después de haber oído los argumentos en pro y en contra de las iniciativas de reforma, de haberlos analizado y ponderado, ¿puedo votar a favor de quien yo considere más convincente?

     La respuesta del Gobierno y de quienes están a favor de las reformas es que no. No puedo votar porque se me explica que los diputados y los senadores por quienes yo voté en 2006, y en consecuencia elegí como  mis representantes, serán los que voten las reformas de marras. Oigo que se trata de una legislación representativa, no participativa, que en la Constitución Mexicana no existe la figura jurídica del referéndum.

     Por otro lado, los que no están a favor de la reforma insisten en que ésta es de tal magnitud e importancia para el futuro de México, que sí se debe consultar a la ciudadanía. Sustentan que si bien no hay leyes que aprueben específicamente el referéndum, tampoco las hay que lo impidan, que bastaría voluntad política para hacerlo.

     Se ve así que todos y cada uno de los individuos de cada bando ya tiene muy bien definida su posición y que no habrá poder terrenal que los haga considerar los argumentos opositores como válidos. En consecuencia considero muy difícil que cambien de opinión. En esas circunstancias el debate no es tal.

     Sin embargo, considero que el suceso es muy positivo para la sociedad mexicana. Es positivo porque nos ha permitido observar más de cerca una parte del diario quehacer de quienes hacen y aprueban las leyes que nos rigen. Nos ha sido posible ver sus manifestaciones ideológicas a través de su lenguaje corporal, de sus gestos y de sus voces. Hemos tenido la oportunidad de ponderar sus valores, sus razonamientos y sus juicios éticos. Así, nosotros hemos podido percibir, fundamentalmente, que los dos bandos concuerdan en que PEMEX está en crisis financiera y que necesita modificaciones a su ley orgánica para ser más competitiva, que no debe continuar operando en la forma como lo hace actualmente. Es decir, están de acuerdo en el qué de la situación de PEMEX, pero no en el cómo remediarla. Luego entonces creo que deberíamos partir admitiendo que lo que está en disputa es la aprobación de la esencia de las acciones que propone Felipe Calderón para lograr lo que se ha dado en llamar el fortalecimiento de PEMEX.

     Como ciudadanos de a pié llegamos así a preguntarnos: ¿cuál es exactamente la realidad de PEMEX? Para encontrar la respuesta debemos recurrir al documento emitido por la Secretaría de Energía (SENER) intitulado Diagnóstico de la situación de PEMEX, en el cual se nos dice que es la empresa más importante del país y que ...en 2007, generó ingresos por $1,134 miles de millones de pesos (104.5 miles de millones de dólares). Sus exportaciones representaron 15% de los ingresos de la cuenta corriente. Es la principal generadora de ingresos presupuestarios del sector público (cerca de 40%).2

     Los números son tan grandes que en este punto me siento obligado a hacer un ligera digresión: Según se publicó hace algunas semanas, el ínclito compatriota Carlos Slim ocupó extraoficialmente el privilegio de ser el hombre más rico del mundo. Se dijo que su fortuna era, en números redondos, de 59 mil millones de dólares. Si comparamos, al hombre más rico del mundo le tomó gran parte de su vida hacer una fortuna equivalente al 56.5 % de lo que PEMEX ingresó al país únicamente en un año. Sin saber de negocios intuyo que PEMEX es uno muy bueno, y se me dificulta, a estas alturas del análisis, entender que esté en crisis financiera.

      Pero sigamos en el diagnóstico de SENER. Se nos dice que a nivel internacional, ...como empresa petrolera integrada, Pemex es la onceava3 (sic) más importante del mundo. Sin embargo, esta posición ha venido deteriorándose constantemente durante los últimos años: en 2000 Pemex era la sexta empresa petrolera más importante; en 2004, la novena; en 2006, la décima, y en 2007 la onceava.4 Más adelante se señala: ...La comparación de Pemex con otras empresas petroleras con base en diversos indicadores relevantes es poco alentadora. Si bien un número importante de las empresas petroleras ha mostrado disminuciones de su nivel de restitución de reservas durante el lustro pasado, los porcentajes de restitución se mantienen alrededor del 100%. Por su parte, Petróleos Mexicanos es la empresa estatal con el nivel más bajo de reservas probadas y presenta la menor tasa de restitución de éstas, del orden de 50%.5 (Las negritas son mías).

      Las frases que se destacan en negritas en el párrafo anterior hablan de deterioro constante e indicadores de producción poco alentadores. Es decir, reflejan resultados que si un director general de cualquier empresa los declarase a su consejo de administración, sería despedido de inmediato. Naturalmente surge la pregunta: ¿Cómo llegó PEMEX a situación tan lamentable? Y otra: ¿Quién o quienes deberían responder por tan nefandos resultados? Un director dirige bien o dirige mal, valga la expresión. Si las cosas han marchado tan mal desde hace años, de primera mano yo enjuiciaría a los directores. Pero a los directores de PEMEX y a los Secretarios de Energía en turno los nombra, a su vez, el Poder Ejecutivo también en turno. ¿Se han solapado mutuamente? Si la respuesta es afirmativa, ¿por qué lo habrán hecho? En caso de respuesta negativa, ¿cómo es que no se dieron cuenta de lo que hizo cada quién? También cabe hacer las preguntas cambiando el por qué en para qué y las respuestas nos podrían hacer saber si se obró deliberadamente o no. También podríamos descubrir quienes se han beneficiado y quienes se beneficiarán si se continúa por el mismo sendero.

      El diagnóstico sobre PEMEX es un legajo de 130 hojas, y no resultaría útil para nadie transcribirlo y comentarlo todo en estas páginas. Sin embargo, considero conveniente asentar aquí cómo, con sus propias palabras, el Gobierno Federal en  ensalza veladamente el modelo petrolero de los Estados Unidos. A saber:

    En sentido contrario al de los países que basan sus modelos de desarrollo en empresas estatales petroleras6, el régimen legal norteamericano otorga al propietario del subsuelo la propiedad de los recursos, lo que permite a los particulares realizar las actividades relacionadas con la industria petrolera. Por consiguiente, el gobierno se concentra en administrar los recursos de hidrocarburos con instrumentos regulatorios7 (sic) y fiscales, delegando la exploración y explotación de la riqueza que existe en el subsuelo a empresas privadas. Al amparo de la regulación del gobierno, que promueve condiciones de competencia, la organización de la industria petrolera norteamericana ha evolucionado en función de los retos que ha enfrentado dicha industria. De esta forma, las empresas petroleras optan por fusionarse, asociarse o aliarse entre ellas, para acelerar los procesos de incorporación de tecnología, adquisición de experiencia, y reducción de costos. 

      Sería de necios disentir con el señor Calderón, sabemos que así se trabaja en los Estados Unidos, país creador y mejor ejemplo del neoliberalismo económico. No cabe duda de que Felipe Calderón descubrió una verdad, y confirma así que ...la utilidad más prestigiosa de la verdad es que sirve para anticipar la incertidumbre.8 Ya no tengo dudas, sin decirlo directamente, Calderón está pugnando, como lo hicieron sus cuatro antecesores, para que en México se instaure legalmente el régimen económico norteamericano, pero no tiene el valor de plantear al pueblo, de una manera franca, que se modifique la Constitución para hacer legales sus deseos.

      Entonces, si el modelo neoliberal funciona muy bien para EUA y todas sus empresas, incluyendo las petroleras, ¿lo hará igual de bien para México y para PEMEX, que es la única empresa petrolera del país?  ¿El modelo será compatible con el arraigo del petróleo en el nacionalismo mexicano? Lo dudo, pues parece que el señor Calderón no esté plenamente conciente de que allende al norte de nuestras fronteras, las empresas, desde las gigantescas hasta las más pequeñas, constituyen el cuerpo y el alma de los Estados Unidos, y que, además, por su sangre no corre un ente virulento como el sindicato de PEMEX. Sus empresas privadas son los Estados Unidos, y los Estados Unidos son sus empresas. Hay ejemplos clásicos: Coca Cola, Mc Donald's, Disney World, Exxon, General Motors, American Airlines, Wal Mart, Sears Robuck. Y aunque no lo parezca, o inclusive aparente todo lo contrario (sus ciudadanos usan la bandera hasta en bikinis y en calzones de boxeadores), Estados Unidos es una de las naciones con un nacionalismo robusto, a veces excesivo y con frecuencia agresivo.9

      Después de glorificar al gobierno norteamericano, la SENER en el diagnóstico de PEMEX prosigue y señala: Estados Unidos es el tercer mayor productor de petróleo del mundo. En 2007 produjo 5.12 millones de barriles diarios y es el segundo mayor productor de gas a nivel mundial con una producción de 54.2 miles de millones de pies cúbicos diarios.

      ¿Qué nos dicen esas cifras a los ciudadanos mexicanos comunes? Yo diría que no mucho, pero ahí cabe otra pregunta: si son tan grandes productores, ¿por qué importan petróleo? Buscando la respuesta uno se entera de que ellos sí tienen una estrategia energética oficialmente establecida y perfectamente delineada, estrategia que incluye y destina a México, entre varios otros países, para servirles como proveedor de crudo, mientras ellos conservan y administran el suyo.

      Un estadounidense —que no un mexicano revoltoso—, Michael T. Klare,10 en un artículo intitulado La estrategia energética Bush-Cheney: obtener el petróleo del mundo, confirma lo anteriormente dicho cuando escribe en enero de 2004 que "una estrategia de dos vías gobierna la política de Estados Unidos hacia buena parte del planeta. Un brazo de esa estrategia es asegurarse más petróleo del resto del mundo; el otro es refinar la capacidad de intervenir. Mientras que uno de esos objetivos surge de preocupaciones energéticas y el otro de aspectos de seguridad, resulta una dirección única: la dominación estadounidense del siglo XXI."

      Las verdades alrededor del petróleo en general, y del mexicano en particular, se están descubriendo continuamente. Y eso sucede simplemente porque las verdades han estado siempre ahí, nadie las ha inventado. Por ejemplo, refirámonos al segundo ramal de la estrategia Bus-Cheney: refinar la capacidad de intervenir. La frase descubre la verdad de que en el pasado los EU han estado interviniendo ininterrumpidamente en los asuntos internos de los países que poseen petróleo. El propósito de EU ha sido entonces adecuar la manera de hacerlo según las circunstancias de cada país.

      Michael T. Klare continua diciendo al respecto:

    "El torbellino energético de 2000-2001 lanzó a Bush —apenas se instaló en la Casa Blanca— a establecer el National Energy Policy Develpment Group (NEPDG), un grupo de representantes de gobierno de alto nivel con el encargo de desarrollar un plan de largo plazo que resolviera los requisitos de energía estadounidenses. Para encabezar este grupo, Bush escogió a su asesor político más cercano, al vicepresidente Dick Cheney."

      Conforme el NEPDG avanzó en la revisión de las políticas energéticas de EU, sus miembros se percataron de que si el país continuaba con el acostumbrado ritmo creciente en el consumo de petróleo —y debido a la caída irreversible de su producción interna—, se verían obligados a depender cada vez más de las importaciones de ese energético, principalmente del proveniente del golfo Pérsico. Otro camino sería desarrollar fuentes alternativas de energía e ir sustituyendo gradualmente el consumo de petróleo para evitar esa dependencia. Sin embargo, el tiempo que tomaría la implantación de tales proyectos y la enorme inversión requerida no ofrecían la mejor opción.

      Ante tales circunstancias, cuando Bush revisó el informe del NEPDG, a la postre conocido mundialmente como Informe Cheney, lo elevó al rango de Política Nacional de Energía (NEP, por sus siglas en inglés), política que fue publicada el 17 de mayo de 2001.

      Aquí es preciso enfatizar que una política nacional significa un conjunto de orientaciones o directrices que rigen la actuación de todo un país en un asunto o campo determinado. En consecuencia, en el caso que nos ocupa, es de vital importancia que nunca dejemos de ver que, bajo cualquier pretexto y sin importar el método, Estados Unidos está dirigiendo todos sus esfuerzos para obtener petróleo de todo el resto del mundo. Revisemos la fecha de publicación del Informe Cheney anotada líneas más arriba y advirtamos que aún faltaban cuatro meses para que ocurrieran los atentados a las torres gemelas en Nueva York, atentado que, según se ha venido develando recientemente, parece haber sido deliberado en los altos círculos del gobierno de EU para tener el pretexto de invadir Irak y apoderarse de su petróleo.

      Que no quepa duda, en la NEP está considerado que México entregue su petróleo a EU vía ajustes estructurales, es decir, por medio de las reformas que ha presentado Calderón al Congreso. Pero el asunto no es nuevo, EU no ha cejado en sus intentos de apoderarse de la riqueza petrolera de México desde hace años. Suponemos que no lo hará por la vía militar, pero vaya que lo ha hecho a través de maniobras financieras y desestabilización económica, cuando no corrompiendo a políticos.

      Escrito en octubre de 1996, un artículo del entonces senador panista José Ángel Conchello (1923-1998), revela la agudeza de su visión política al señalar que los intentos privatizadores de la industria petrolera mexicana se fraguaron no en el país, sino en el extranjero, sobre todo a partir de la entrada en vigor del TLCAN y de los planes de reestructuración industrial. Leyéndolo no puede uno dejar de lamentar que un panista, llamado Felipe Calderón, esté obrando exactamente como Carlos Salinas y traicionando los principios de José Ángel Conchello. A saber:

Hay muchas cosas que uno puede reflexionar respecto a la venta de las petroquímicas. Por ejemplo: ¿qué efectos tendrá en el empleo? ¿Qué pasará si no las vendemos? ¿Para qué serán los 5 mil millones de dólares que dicen se obtendrán? Cada una de las preguntas deja un saldo que aconseja no vender.

     No quiero discrepar de mis amigos sabios en tales cosas y por eso me preocupé por averiguar: ¿quién tomó la decisión de vender? Algunos dirán que fue Salinas de Gortari, otros que fue el actual gobierno, otros más que fueron los tecnócratas vendepatrias. Pero a la luz de la historia y de la realidad, fue la Casa Blanca, fue Washington a través del Fondo Monetario y del Banco Mundial, en ese plan siniestro del ajuste estructural: Carlos Salinas y los salinistas del actual sexenio no han hecho otra cosa que obedecer y tratar de convencernos de que, si lo propuso Washington, es bueno para México.

     Los préstamos de ajuste estructural los comenzó a ejercer el Banco Mundial, con la complicidad del Fondo Monetario a partir de 1982 cuando ocurrió la crisis de deuda externa en toda América Latina, incluyendo la devaluación de López Portillo. A México comenzaron a atornillarlo durante el sexenio de Miguel de la Madrid, quien sin entusiasmo se resignó a ser albacea de un sistema que había durado 50 años.

     Pero llegó Salinas y, después de la reestructuración de la deuda externa en 1989, comenzó a hablarse en México, ¡qué casualidad!, de dos cosas novedosas: el TLC y el ajuste estructural. Al principio parecía no haber relación entre el rescate de la deuda externa mexicana, gracias al aval del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y las nuevas corrientes económicas; Tratado de Libre Comercio y el ajuste estructural, de los cuales nunca se había hablado ni durante la campaña salinista ni antes del rescate de Mr. Brady.

     Con esa secuencia lo que quiero mostrar es que, durante las conversaciones secretas para el rescate, los americanos seguramente nos impusieron el TLC y el "desmedro" del ajuste estructural. Ese mismo ajuste lo están imponiendo los norteamericanos en toda América Latina y en todos lados ha ocurrido un colapso económico, un mayor desempleo, un grave empobrecimiento de las mayorías y un engordamiento de los ricos provocando una tirantez social que, en algunos países, está al borde la ruptura. Igualito que en México.

     Pero a partir de esta década los ultraderechistas de la Casa Blanca se han endurecido: un estudio revelador de Jacques Polack: La cambiante naturaleza de las condiciones del FMI (The changing nature of IMF conditionality, publicado en la revista: Essayis on International Finance. Sept. 1991) muestra el endurecimiento de esa condiciones, de suerte que según algunos ahora el Banco y el Fondo imponen sus condiciones y exigen que las acepten, aun antes de comenzar a negociar. Esto significa que cuando México envió una "Carta de Intención" al Fondo Monetario el 26 de enero del año pasado, rogándole que vinieran a rescatarnos de la crisis provocada por el gobierno, no estaban realmente mostrando su "intención", sino aceptando de antemano las condiciones, públicamente, como los que abjuran de su fe, como los que hacen apostasía de sus convicciones, como los penitentes de un grave pecado. Cuando en la Carta dicen públicamente:

     17.- "El gobierno de México ha decidido acelerar las reformas estructurales en los sectores de transporte, telecomunicaciones y bancario", están diciendo en verdad que aceptan la exigencia del Fondo y que así procederán. Si dijeron que "el gobierno permitirá la competencia nacional y extranjera en el sector de comunicaciones y promoverá la inversión privada en energía eléctrica", está aceptando abrir la puerta, porque se lo exigen desde Wall Street las duras condiciones de la Casa Blanca a través de ese lacayo que es el director Camdessus. Lo que pasó después en los satélites y la cauda de adulaciones en la prensa es una maniobra maquiavélica del gobierno para lograr que le aplaudieran un acto que era traición, sino en el fondo, sí en la forma.

     "También se acelerará el proceso ya iniciado para privatizar otras empresas estatales (incluyendo puertos, aeropuertos y plantas petroquímicas)". Y agregan sumisamente: "En este contexto, las autoridades se comprometen a llevar a cabo operaciones de privatización y concesión que… generarán alrededor de 6 mil millones de dólares…" Entendamos que cuando "las autoridades se comprometen", los funcionarios confiesan que están aceptando una humillante condición sin la cual no hay dólares. Digo que hay traición porque los tecnócratas están imponiendo al pueblo condiciones que nos puso la Casa Blanca. En otras palabras, la decisión de vender las plantas petroquímicas fue tomada por William Clinton, por Michel Camdessus, por las grandes corporaciones norteamericanas y no por el gobierno y menos aún por el pueblo de México.

     Cuando en diciembre de ese mismo año, Mancera, el asfixiador de la moneda, y Ortiz, el hacendista persecutorio, mandan otra "Carta de Intención" al Fondo porque las cosas no salieron tan fáciles como pensaban en su inexperiencia, reiteran la aceptación de las condiciones del Fondo.

     "El gobierno acelerará reformas reglamentarias y legales pendientes y los procedimientos administrativos necesarios para completar la desregulación de las frecuencias de los satélites, la generación de electricidad y la privatización del sector petroquímico".

     Nuestros pobres negociadores, como los "burgueses de Calais" de la escultura de Rodin, salieron a mostrar sus harapos. Incluyeron en su anuencia humillada a la energía eléctrica porque, de acuerdo con una declaración de William White, ex subsecretario de Estado gringo, el gobierno americano "estaba monitoreando de cerca la venta de la petroquímica mexicana (porque) esa privatización será la prueba de fuego de cómo México va a desempeñarse en sus planes para electricidad y gas" y, por tanto, no hay compradores, ni inversionistas para la energía eléctrica, hasta que no les vendemos las petroquímicas.

     Esa es otra prueba de que la decisión fue tomada y está siendo presionada, desesperadamente, por los norteamericanos.

     Cuando el embajador norteamericano James Jones dijo que si no vendíamos las petroquímicas no vendrían más inversiones, les dio argumentos a los timoratos, pues al menos en este aspecto nosotros tenemos el as en la mano porque tenemos el petróleo, y los norteamericanos están desesperados por conseguir más petróleo.

     Si usted no me lo cree, escuche entonces lo que dijo el siniestro Jesse Helms, autor de la amenazante ley Helms-Burton y presidente del Comité de Relaciones del Senado yanqui, y disfrute lo que dijo en una intervención reciente en el Senado de Estados Unidos: "Los estadounidenses tuvimos que depender de petróleo extranjero para cubrir el 57 por cierto de nuestras necesidades la semana pasada, y no hay señales de que esa creciente espiral vaya a revertirse… Los políticos debemos reflexionar sobre la calamidad económica que seguramente ocurrirá en Estados Unidos, cuando los productores extranjeros frenen nuestro abasto o dupliquen el ya no enorme costo del petróleo importado que fluye hacia nuestro país". Financiero. Jul. 16-96. Nota de David Shields).

     Y mire usted lo que son las cosas… Si no hay petróleo, no hay petroquímicas. Así que las empresas que quieran irse con su liacho a otra parte, yo les recomiendo Libia.

A mí, en lo personal, me gustaría encontrarme alguna vez con mister Helms y decirle que, después de todos los insultos a nuestro país, ¿ahora se preocupa por la escasez de petróleo? Hacerle un ademán que usted puede imaginarse y decirle: "¡Tengan sus petroquímicas!".  Siempre!, 2260, 10 de octubre de 1996. 

      EPÍLOGO

No quiero dejar de mencionar, para quien no lo sepa, que José Ángel Conchello murió en un accidente automovilístico considerado en aquella época como un tanto sospechoso. Yo no tengo ningún elemento para conjeturar nada, así que no abundaré al respecto. Sin embargo, transcribo aquí parte de una nota periodística acerca de lo ocurrido:

    Tepotzotlán, Méx., 4 de agosto ¤ El senador del Partido Acción Nacional, José Angel Conchello Dávila, murió hoy en un accidente automovilístico, cuando la camioneta en que viajaba fue embestida por un tráiler que invadió el carril contrario —al parecer por una falla mecánica— a la altura del kilómetro 46.7 de la carretera México Querétaro, alrededor de las 13 horas. Su chofer sólo resultó lesionado. 

    En Monterrey, Nuevo León, Pablo Emilio Madero, quien fuera su amigo y compañero en la corriente forista, comentó que la muerte del senador representa una gran pérdida para México, porque era un defensor de la soberanía nacional y un luchador honesto y congruente con sus principios.

    Madero agregó que Conchello le va a hacer mucha falta al país porque supo luchar con energía sin inclinarse por la línea de su partido ni prestarse a componendas.  Afirmó que no se pueden adelantar opiniones en el sentido de que el accidente pudo ser provocado; sin embargo, expuso que Conchello había pisado muchos callos y era el panista que más criticaba al sistema. Sacó muchos trapos al sol y eso molestó a mucha gente.

    Conchello estaba en contra del pragmatismo, decía que no todo se vale para alcanzar el poder y no estuvo de acuerdo con las concertacesiones que practicaron los dirigentes panistas Diego Fernández de Cevallos, Luis Héctor Alvarez y Carlos Castillo Peraza con el gobierno de Carlos Salinas, agregó Madero. 

    Las condolencias 

    Zedillo permaneció 20 minutos en el lugar, que había congregado ya para entonces a un centenar de políticos de todos los partidos, principalmente panistas, perredistas y priístas. Todos con el pesar por la muerte del ``político leal, de convicciones'', que fue Conchello.

    El secretario de Hacienda, José Angel Gurría -que llegó poco después de Zedillo- quiso conversar con Calderón Hinojosa, recordar a Conchello: ``¡Veintitantos años de conocerlo...! Debatimos siempre sobre la deuda, la política exterior, el petróleo... Fue uno de mis interlocutores en el Senado... sostuvimos intercambios célebres y noticiosos''.

    Gurría no encontró respuesta. Calderón pareció no escuchar y sólo reaccionó para invitarlo a pasar a la capilla.

    El secretario quiso hacer eco a los comentarios que ya otros habían hecho de la actividad política de Conchello: ``Siempre en contra del Tratado de Libre Comercio, siempre a favor de los trabajadores mexicanos, de la soberanía petrolera...''

    Un hombre que siempre criticó el entreguismo económico, un político nacionalista, anti Estados Unidos. Calderón lo definió así: ``Deja una trinchera muy importante en términos de la defensa de los intereses de México, particularmente frente a Estados Unidos, en la que era, sin duda, uno de los mexicanos más destacados...'' 

    ¿Y ahora qué piensa de usted mismo, Sr. Calderón? ¿Está usted defendiendo los intereses de México, especialmente frente a los Estados Unidos? ¿Es usted un político nacionalista siempre a favor de los trabajadores mexicanos y de la soberanía petrolera? 
     

    Eduardo Moreno Cruz

1 comentario:

SICAMOR dijo...

Me llego este comentario:

Comentarios al documento “El debate petrolero” del Ing. Eduardo Moreno Cruz

Dice que no se trata de un debate ya que “no habrá poder terrenal que los haga considerar los argumentos opositores como válidos”, entre los resultados de esto foros se observan cambios, por lo pronto los priistas ya se deslindaron de las reformas calderonistas ante el desprestigio que está siendo patente. Entre los políticos nunca se aceptaran los argumentos de los contrarios como validos, los cambios en el matiz son los importantes, y hasta los que apoyan las reformas están de acuerdo en que requieren cambios, estos cambios son significativos.

Dice que Estados Unidos es “el país creador y mejor ejemplo del neoliberalismo económico”, el neoliberalismo va mas allá de los Estados Unidos, es un fenómeno internacional, y Estados Unidos no es, curiosamente, un país que sea un ejemplo de neoliberalismo, dice que “el modelo neoliberal funciona muy bien para EUA”, en Estados Unidos funciona un capitalismo que se construyó en el siglo XIX, y de ninguna manera ha entrado en lo que se conoce como neoliberalismo, donde es la mano mágica del mercado lo único que manda en política económica, Estados Unidos tiene una política económica muy planificada, aunque esto sea desconocido en general.

Mas adelante este mismo documento avala el hecho de que en Estados Unidos la planificación se lleva a cabo “uno se entera de que ellos sí tienen una estrategia energética oficialmente establecida y perfectamente delineada”, también “Estados Unidos está dirigiendo todos sus esfuerzos para obtener petróleo de todo el resto del mundo”, esto confirma que en Estados Unidos el neoliberalismo no funciona, la contra del neoliberalismo es la planificación, en México si se ha aplicado el neoliberalismo y el resultado es que no podemos llevar a cabo proyectos a nivel nacional que en Estados Unidos si se hacen como la política petrolera internacional que se menciona.

Cuando habla del cambio en el uso de tipo de energía dice que “el tiempo que tomaría la implantación de tales proyectos y la enorme inversión requerida no ofrecían la mejor opción”, cuando se comparan con las inversiones que van a hacer falta para que el petróleo siga siendo la principal fuente de energía se pone en duda esta afirmación, ¿es mas barato ir a aguas profundas que desarrollar la energía solar fotovoltaica?, sobre todo cuando ya existen paneles solares ultradelgados que tienen un costo mucho menor que los actuales paneles y que no se comercializan quien sabe porque. La verdad es que no se desarrollan más rápidamente estas nuevas tecnologías por intereses creados, son las grandes compañías petroleras las que están interesadas en mantener al petróleo como única opción energética. Un hecho que sirve para entender el poder de este grupo es que han podido mantener en el poder a un petrolero como Bush, al grado de la guerra petrolera del medio oriente.

También dice “Carlos Salinas y los salinistas del actual sexenio no han hecho otra cosa que obedecer y tratar de convencernos de que, si lo propuso Washington, es bueno para México.” Se olvida con frecuencia que el gran jefe neoliberal es Miguel de la Madrid, incluso Felipe fue a recibir instrucciones.

Buen documento.

Gustavo Wanholtz