miércoles, diciembre 06, 2006

SOBRE LA JORNADA Y EL EZLN

ACUSA CENSURA EN LA JORNADA


del sendero del peje

Me llegó el siguiente e-mail en el que se denuncia una expulsión de La Jornada por razones que dejo a criterio de ustedes si se deben calificar como "traición":

EXPULSAN A SERGIO ZERMEÑO DE La Jornada.

A lo largo de los siete años en que colaboré quincenalmente sin falta en este periódico, muchos amigos y otras personas me dejaron saber que apreciaban mis opiniones, incluso si no estaban de acuerdo con esta o aquella idea en particular. Para esas personas y para quienes estén interesados explico en esta carta las razones de mi expulsión, ahora que veo las cosas con más serenidad. Estos son los hechos: el martes 25 de agosto, en una asamblea de académicos y estudiantes, al regreso del periodo vacacional, se me encomendó la tarea de redactar el texto para un desplegado que apareció el viernes 25 de ese mismo mes, dirigido a la consideración del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. En él se pedía, en esencia, la anulación de las elecciones en virtud de que "existen altas probabilidades de que las tendencias aritméticas en la contabilidad de los votos, en lugar de proporcionarnos certezas sobre un claro triunfador, terminen disminuyendo aún más la distancia entre los dos contendientes y la legitimidad de todo el proceso... Debemos alejarnos a toda costa, se concluía, de los escenarios que podrían provocar violencia y sufrimiento a nuestra población". El desplegado lo firmábamos y lo financiábamos un millar de universitarios (a quienes también me dirijo), y el grupo promotor decidió que apareciera en el diario Reforma para propiciar que posiciones políticas de un espectro más amplio pudieran sumarse a la demanda.

Tres días después Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de la Jornada, se comunicó conmigo para informarme que haber publicado en ese medio era "un acto de traición" y en consecuencia quedaba expulsado del periódico. Ante tan desproporcionado aviso busqué hablar con Carmen Lira, pero se me dejó saber que era con Hernández Navarro con quién debía discutir el asunto. El primer argumento que esgrimió para demostrar mi "traición" fue que el dinero que le habíamos pagado a ese "periódico enemigo" debió haber sido para La Jornada. Cuando argumenté que esa no era una traición sino una estrategia para atraer a otros sectores de la opinión hacia nuestros postulados, su argumento fue que la anulación de las elecciones era "una estupidez". A nadie se le ocurriría decir que La Jornada nos traicionó por haber publicado innumerables desplegados de felicitación a Felipe Calderón al recibir la constancia de presidente electo, porque es obvio que eso se inscribe en la libertad de ese diario para establecer su política financiera.

Pero el verdadero problema es otro: siendo Hernández Navarro uno de los principales asesores del EZLN, pedir que se anularan las elecciones iba en contra de la política anticapitalista de derrocamiento del Estado burgués, como tantas veces lo ha declarado su vocero, y en esa lógica resulta más conveniente generar un periodo de inestabilidad política, de agudización de las contradicciones, con el ascenso de la derecha calderonista al poder. Yo pienso que cada quien tiene derecho a demostrar que la vía del cambio que ha escogido es la correcta, pero a lo que no tenemos derecho es a callar las otras voces recurriendo a "argumentos" pantalla y tampoco a privar del derecho de réplica a esas voces que se ha decidido suprimir, menos aún si se trata de mi periódico, este honorable medio de comunicación progresista y de izquierda, pero que debe mantenerse plural, al que tantos nos hemos esforzado, día con día, en conservar y mejorar.

De no ser corregido este abuso, si no nos alejamos lo más pronto posible de lo que puede terminar siendo un macartismo de izquierda, no creo que pueda ser aceptable que la persona a que me estoy refiriendo tenga derecho a afirmar, como lo hizo el sábado 16 de septiembre en un artículo de plana entera firmado en coautoría con Pablo González Casanova, que "construir la democracia y las autonomías... (exige) el respeto a las distintas religiones, ideologías, civilizaciones, identidades que lleve a la libertad y a la justicia con respeto a los demás". Pero tan importante como eso es que sin el respeto de las otras posiciones no podremos volver a argumentar que los monopolios televisivos y las oligarquías de nuestro país han actuado, en momentos críticos para la nuestra democracia como los que acabamos de vivir, estableciendo grotescos cercos informativos hacia las fuerzas progresistas y democráticas.



Desde hace algunos meses me he estado callando algunas cosas que se de Carmen Lira y La Jornada. Pero se me está agotando la paciencia. No por que la Jornada se ostente como periódico de izquierda le tenemos que aguantar las chingaderas que hacen los changos reaccionarios que tiene La Jornada incrustados en los intestinos.

Por lo pronto, le hago a Carmen Lira las siguientes preguntas:

¿Sería traición promover unas elecciones presidenciales evidentemente FRAUDULENTAS, o sería traición el que un medio de izquierda, el que sea, digamos El Sendero del Peje por poner un ejemplo de un medio de izquierda (¿Cuál más se les ocurre? ¿De izquierda? ¿Pos cual más?), le diga a sus colaboradores que ya le bajen de tono a su trabajo por que "Calderón ya ganó"?

¿Es traición evidenciar un fraude electoral EN EL MEDIO QUE SEA, o es traición prohibirle a los colaboradores de un medio de izquierda (digamos... como El Sendero del Peje ¿no? ¿pos cual más?) que pongan información en sus trabajos que pueda resultar molesta para un gobierno ESPURIO?

¿Es traición luchar por que LA VERDAD se sepa, o es traición tener incrustados en el fundillo de un medio de izquierda (a ver, ¿cual se les ocurre? Pos El Sendero del Peje ¿no?) a una parvada de cisticercos reaccionarios que lo único que hacen es operar para que el medio en cuestión termine siendo un clon más de La Crónica de Hoy?


Tú me conoces, Carmen. He estado en tu oficina. Te pareces a Lucila Mariscal "Doña Lencha" nomás que con agua oxigenada. Y tan me conoces que no me extrañaría que me tacharas de "grosero". No te he atacado en El Sendero del Peje por que se que los cisticercos que tiene La Jornada en el fundillo babean ante el mero prospecto de que la dirección general de La Jornada quedara vacante. Sería la oportunidad que tanto esperan para ir a postrarse ante el CEN del PAN y decirles "patroncito, mire su mercé de asté, aquí le traemos el periódico para que también lo use como al Milenio y al Reforma ahí en la esquina pa que se zurren los perros."

Y precisamente por que se esto te digo lo siguiente: nuestra paciencia, la mía y la de la gente que lee La Jornada, se agota. Así como no le perdonamos ninguna traición a nadie dentro del PRD, tampoco le vamos a perdonar una traición a La Jornada. Así lo quieran justificar en base a que algún cisticerco de los que tiene en el fundillo La Jornada es el encargado de la secretaría de Sexo Oral del EZLN. Bueno sería que se dieran cuenta de una buena vez que Marcos se hizo el candado él solito y que en la actualidad nomás le dan el avión algunos chamacos de prepa que a lo mejor son bien intencionados pero políticamente son muy tarugos.

Te pregunto, Carmen; ¿Es necesario que empecemos a boicotear a La Jornada también? Te recuerdo que La Jornada no sobrevive en el interior del país (vamos, es inexistente), y que lo único que tenemos que hacer para que a La Jornada se la cargue LA CHINGADA es iniciar un bonito boicot en el DF como el que le pusimos a Milenio. ¿Eso quieren? ¿Un boicot por CULEROS y por AGACHONES? Por nosotros no queda. Digo, somos pacientes con la izquierda pero no somos PENDEJOS. Y si no van a permitir que la gente se INFORME, entonces no los necesitamos. Lo siento. Así es como es.

Ustedes deciden. Nosotros simplemente les avisamos que LOS ESTAMOS CLACHANDO, y que nuestra paciencia con los cisticercos tiene un límite.


Una razón más para apoyar al peje en el 2006.
ESPURIO FECAL PELELE
PRESIDENTE DE MEXICO

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