sábado, septiembre 30, 2006

CENSURA EN QUERÉTARO

En Querétaro existe más autocensura que censura: excorresponsal de Reforma

 

Iván Hernández

La celebración anual del Día de la Libertad de Expresión en Querétaro estuvo marcada por dos hechos: el cierre del periódico Al Minuto hace tres semanas y la aparición de la revista Cambio de Querétaro , propiedad de la misma familia que actualmente posee El Corregidor .

 

En este contexto, Flavio Lazos, excorresponsal del periódico Reforma , organiza algunas de sus reflexiones sobre los medios en Querétaro.

El economista y también fundador de la extinta Síntesis Informativa del Bajío narra su experiencia como periodista (actualmente está al frente del área de Finanzas Públicas de Locallis, organismo civil que promueve procesos para el desarrollo local en municipios y regiones) , y recuerda que en las elecciones donde por primera vez ganaría un candidato panista, debía ser muy selectivo en la información porque tenía que cubrir a todos los candidatos.

"En una ocasión Fernando Ortiz Arana hizo una declaración que una vez hecha pidió no publicar a los reporteros: al día siguiente ningún medio consignó el hecho, con excepción de la corresponsal de Proceso y un servidor. Esto en parte por una ética profesional y del mismo periódico. (...) Por otro lado, para Reforma era poco rentable publicar notas sobre la "pax queretana" (zona de baja conflictividad) y es probable que a partir de esa nota y de la cobertura en general que hice de su campaña, Fernando Ortiz Arana (FOA) haya pedido mi cabeza en Reforma . "Recuerdo también que FOA tenía un impresionante aparato de poder detrás de sí y entre sus miembros había quien se encargaba de "arreglarse" con los reporteros. La falta de reglas propiciaban los "arreglos" por debajo de la mesa." señala Lazos.

Lo anterior, dice el economista, tiene sentido en la medida en que actualmente los periódicos siguen siendo igualmente frágiles en sus finanzas como para privilegiar su independencia y no acceder a las prebendas y vivir de la subvención gubernamental. En Reforma entendieron que tenían que ser fuertes económicamente para poder ser independientes en lo periodístico y conseguir credibilidad. Aquí, si te fijas, las grandes cadenas comerciales no se anuncian con frecuencia en los medios porque éstos tienen escasa credibilidad y penetración. Y en Querétaro la insuficiencia financiera de los periódicos sigue siendo parte de un círculo vicioso muy difícil de derribar.

Durante la entrevista, Lazos echa un vistazo a uno de los actuales periódicos y luego de observarlo dice: "esta clase de periodismo no tiene futuro". Su opinión sobre la recientemente aparecida Cambio de Querétaro tampoco es halagüeña: "no podía haber una portada más previsible para un periodismo zalamero".

Su última frase es contundente:

--Me parece que en Querétaro es peor la autocensura que la censura. Yo esperaba más, por ejemplo, del A.M.; fuera del caso de la BMW, que merece un análisis aparte de cómo lo trataron los medios, no ha hecho lo que se podía esperar de ellos, a partir de una trayectoria regional interesante.

Datos de circulación del A.M. y El corregidor (A.M. noviembre de 2003)

Los periódicos que no fueron

En su libro El crack del 97 , el sociólogo Germán Espino rescata una conferencia dada por Efraín Mendoza, fundador del extinto semanario El Nuevo Amanecer de Querétaro , con relación a los diversos intentos que existieron en esta ciudad para fundar periódicos antes de la llegada de El Corregidor, A.M. y el extinto Al Minuto . En ella Mendoza señala que la prensa se mantuvo al margen de las transformaciones experimentadas por la sociedad queretana. Recuerda cómo en la década de los ochenta se registraron tres intentos por establecer nuevos diarios. El primero diario Rumbo de Querétaro, financiado por la familia Maccisse, funcionó como eslabón de una empresa establecida en el estado de México. Este medio comenzó como semanario y, posteriormente, como diario, duraría apenas unos meses. El segundo fue La voz de Querétaro, que sólo duró 175 días y era dirigido por el periodista Juan Álvaro Zaragoza Lomelí, así como por José Alfredo Botello Montes y Arturo Nava Bolaños, que años más tarde destacarían como figuras prominentes del panismo local. El tercero fue el periódico AM de Querétaro que en 1988 comenzó a imprimirse como una extensión de la red de periódicos AM de Guanajuato; este proyecto duró poco más de un año e imprimió más de 370 números. Sus propietarios consiguieron elevar la denuncia del veto comercial, informativo y de circulación hasta la tribuna de la Legislatura del Estado.

"En la década de los noventa los intentos fueron más numerosos pero menos fructíferos. Cambio de Querétaro rompió récord en tiempo de circulación al alcanzar sólo tres semanas, puesto que el periódico Santiago de Querétaro apenas nació para morir y El Mañana sólo consiguió poner en circulación un número cero. En el contexto de la nueva administración estatal, en 1998, se proyectó un diario que se llamaría El Periódico. Nunca vio la luz. Fueron frecuentes las noticias que nutrieron el inefable, efectivo y muy queretano rumor de la apertura de ediciones locales de periódicos de la capital del país. El único periódico capitalino que se hizo de un espacio en la opinión pública local, en el curso de las últimas dos décadas fue, El Financiero.

Mendoza establece cinco motivos por los cuáles, por lo menos hasta la llegada de El Corregidor y A.M. , los proyectos o empresas editoriales no han cuajado, entre ellos la ausencia de estudios de mercados, la mala planeación a largo plazo y el deficiente ejercicio periodístico queretano, además de que los diarios existentes hasta entonces sumaban fuerzas para impedir que un tercer diario consiguiera ingresar al mercado. "De acuerdo con versiones de los empresarios editoriales, a propósito de proyectos como La Voz de Querétaro y AM. de Querétaro , los diarios y la autoridad política hicieron causa común para imponer un boicot en varios frentes; informativo, comercial y de circulación, lo cual era suficiente para asfixiar cualquier proyecto."

La situación anterior hizo que un par de semanarios ( El Nuevo Amanecer, Nuevo Milenio ) y varios noticiarios radiofónicos se constituyeran como una opción a la prensa diaria.


El cierre de Al Minuto

El pasado 16 de mayo, después de casi diez meses de vida, dejó de circular el periódico Al Minuto , dirigido por Luis Amieva, quien por muchos años fuera a su vez director de Diario de Querétaro . Entre las razones que esgrime para cerrar el periódico, Amieva se confiesa "junto con otros periodistas como Mónica Ramírez" víctima de un bloqueo por parte del gobierno, entendido éste como la política de la administración de Francisco Garrido de no conceder publicidad alguna a Al Minuto . En una alusión al gobernador, el periodista señala que continuará en el periodismo a pesar de todo y que él es "más queretano que muchos otros".

Tras la desaparición del medio, circularon algunos rumores, entre ellos que llegaría una nueva administración a dirigir el periódico, o que éste sería absorbido por alguna empresa periodística nacional como Milenio o Crónica . Ninguno de estos rumores se confirmó y algunos reporteros que se abstuvieron de dar sus nombres señalaron que el medio se encontraba endeudado y que a los reporteros aún no se les había dado su finiquito.

El 30 de mayo, se esperaba en la Universidad Autónoma de Querétaro la concurrencia de Luis Amieva a un foro de discusión con motivo del primer aniversario del programa En la zona , producido por alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Ni Amieva ni Pedro Pablo Tejada, Director Regional del A.M. Querétaro se presentaron al evento.


Cambio de Querétaro

Por otro lado, los primeros días de junio comenzó a circular el mensuario Cambio de Querétaro , propiedad de la familia Maccisse, la misma que posee el diario El Corregidor . La publicación presenta en su primer número sendas conversaciones con el gobernador Francisco Garrido y con Armando Rivera. Ambas entrevistas son totalmente favorables a los funcionarios. En el caso de Francisco Garrido, se lo promueve como "el artífice del cambio", señalándose al mismo tiempo que su antecesor, Ignacio Loyola, dejó incompletos los cambios, mientras que Garrido ha sabido "concretar los cambios". En el caso de Armando Rivera Castillejos, se señala que sus antecedentes como empresario, le han redituado en sus habilidades como gobernante.

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